Directo al grano con la doctora Stephanie
Enero de 2013
El prolapso valvular mitral no es solo cosa de mujeres
El prolapso valvular mitral (PVM) es una de las afecciones cardíacas más comunes. Con frecuencia se presenta en personas que no tienen ningún otro problema del corazón y es una anomalía congénita, es decir, una alteración que está presente desde el nacimiento. Lo interesante es que durante años se creyó que era una afección grave que se observaba principalmente en las mujeres. Resulta que eso no es completamente cierto.
¿En qué consiste el prolapso valvular mitral?
La válvula mitral se encuentra en el lado izquierdo del corazón, entre la cavidad superior y la cavidad inferior. Normalmente se abre y se cierra en forma coordinada para que la sangre fluya en una sola dirección: de la aurícula al ventrículo. En los pacientes con PVM, la válvula mitral no se cierra correctamente, permitiendo a veces el retorno de pequeñas cantidades de sangre a la aurícula. En la mayoría de los casos, el médico realiza el diagnóstico cuando oye un sonido como de chasquido al auscultar el corazón. El PVM se confirma con un ecocardiograma.
Una incógnita
Antes, el PVM se consideraba una incógnita. Se creía que lo padecía entre el 5% y el 35% de la población —más que todo las mujeres— y que podría causar complicaciones frecuentes y graves como accidentes cerebrovasculares, fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca.
Un estudio realizado en 1999 por los doctores Lisa Freed, Daniel Levy y Robert Levine lo cambió todo. El estudio, en el que participaron 3736 personas, reveló que el PVM se había diagnosticado excesivamente durante años. Solo el 2,4% de la población (y no el 35%) tiene PVM. La afección tampoco es específica de uno de los sexos: es tan frecuente en las mujeres como en los hombres. Además, no es tan grave como se creía antes.
Complicaciones causadas por el PVM
Aunque el PVM puede causar palpitaciones y dolor en el pecho, ahora sabemos que la mayoría de las veces no es una afección grave. Sin embargo, puede causar dos complicaciones:
Regurgitación mitral: Sucede cuando hay retorno de una gran cantidad de sangre por la válvula defectuosa, lo cual puede causar engrosamiento de las paredes del corazón e incluso debilitamiento del músculo cardíaco, debido a que el corazón debe bombear más para compensar el retorno de sangre.
Endocarditis bacteriana: Es una infección de la túnica interna de las cavidades del corazón o, en este caso, de las válvulas cardíacas. En las personas con PVM, la endocarditis bacteriana puede presentarse cuando unos microorganismos que normalmente son inofensivos en el torrente circulatorio quedan atrapados en la válvula cardíaca por las células del sistema inmunitario, las plaquetas y la fibrina con que el organismo está intentando reparar la válvula mitral defectuosa.
Lo bueno es que la mayoría de las personas con PVM nunca sufrirán una regurgitación mitral importante y que la endocarditis es muy poco común. Se creía que todas las personas con PVM debían tomar antibióticos antes de ir al dentista para prevenir que la válvula cardíaca quedara expuesta a las bacterias de la placa dental que pueden causar endocarditis. Más adelante se descubrió que el simple hecho de cepillarse los dientes o de ir al baño entrañaba el mismo peligro para los pacientes con PVM. Actualmente solo se recomienda que tomen antibióticos las personas que corren más riesgo de sufrir endocarditis, entre ellas quienes ya han tenido antes endocarditis o una reparación valvular.
El tratamiento del PVM
La mayoría de los pacientes con PVM no necesitan tratamiento. El médico puede recetar betabloqueantes a quienes tengan síntomas que deban controlarse, como dificultad para respirar e irregularidades en los latidos del corazón.
En raras ocasiones, las personas con PVM necesitan una operación de la válvula. Esta operación se recomienda en los siguientes casos:
- Si la fuga de sangre es excesiva y
- Los síntomas son graves o
- La fracción de eyección (FE) es de menos del 60% o
- Hay fibrilación auricular o
- Hay aumento de la presión arterial pulmonar.
Si usted necesita una operación debido al PVM, el mejor tratamiento es reparar la válvula, pero a veces la única alternativa es sustituirla. Acuda únicamente a un centro de mucho prestigio que realice una gran cantidad de reparaciones y sustituciones de válvula. La sustitución de una válvula eleva el riesgo de presentar endocarditis bacteriana.
Si desea más información sobre el PVM, visite la página «Prolapso valvular mitral» del Centro de Información Cardiovascular del THI.
¡Hasta la próxima!
Stephanie Coulter, MD
Visite los archivos de «Directo al grano» del sitio Web del Instituto del Corazón de Texas para enterarse de otras formas en que las mujeres pueden cuidarse el corazón.
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